Teoría cromosómica de la herencia
La teoría
cromosómica de la herencia o teoría cromosómica de Sutton y Boveri es la explicación científica
sobre la transmisión de determinados caracteres a través del código genético que contiene la célula viva.
Los trabajos de Mendel fueron ignorados hasta que los avances en el
campo de la citología (estudio de la célula) dieron la clave para explicar la
transmisión y el comportamiento de los "factores hereditarios".
La teoría
cromosómica de Sutton y Boveri enuncia que
los alelos mendelianos están localizados en los cromosomas.
Walter Sutton en 1902, relacionó los movimientos
migratorios cromosómicos, durante la meiosis con las leyes de Mendel.
Esta teoría fue desarrollada independientemente en
1902 por Theodor Boveri y Walter Sutton. También se denomina a
veces teoría cromosómica de la herencia.
Teoría
cromosómica de la herencia, de Sutton y Boveri, realizada por separado, en donde Sutton
experimentó con saltamontes. Sutton comenzó a estudiar las espermatogonias del saltamontes Brachystola magna. , mientras que Boveri utilizó Ascaris y erizo de
mar. Boveri demostró que los cromosomas son
orgánulos permanentes que se condensan durante la mitosis y
permanecen difusos durante la interfase. Ambos propusieron que los factores hereditarios (genes) se encontraban en
los cromosomas. Al igual que para un carácter, el número de cromosomas también
es doble, cada uno heredado de un progenitor (cromosomas homólogos). Durante la
meiosis se separan y cada uno va a un gameto, tal y como lo propuso Mendel.
Esta teoría enlazaba la citología con la genética. Se observó que existían
cromosomas homólogos, parejas de cromosomas idénticos o autosomas, y una pareja de cromosomas distintos denominados
heterocromosomas o cromosomas sexuales (X e Y).
La teoría permaneció controvertida hasta 1915,
cuando Thomas Hunt Morgan consiguió que fuera universalmente aceptada
después de sus estudios realizados en Drosophila melanogaster.
Los
genes ligados: en 1911, T. H. Morgan propuso
que los genes estaban en los cromosomas, y que, por lo tanto, los genes
que se encontraban en el mismo cromosoma tienden a heredarse juntos,
proponiendo para ellos el término «genes ligados». Según Morgan, los genes están en los cromosomas, su disposición es lineal, uno
detrás de otro, y mediante el entrecruzamiento de las cromátidas homólogas se
produce la recombinación genética.
La teoría cromosómica de la herencia armoniza los conocimientos de
citología (célula) con los resultados de los experimentos de Mendel.
En Resumen, la teoría cromosómica menciona los
siguientes puntos:
a) Los factores (genes) que determinan los factores hereditarios del
fenotipo se localizan en los cromosomas, colocados uno a continuación del otro.
b) Cada gen ocupa un lugar específico llamado locus (en plural loci)
dentro de un cromosoma concreto.
c) Los genes se encuentran dispuestos linealmente a lo largo de cada
cromosoma.
d) Los genes o factores antagónicos
se encuentran en el mismo locus de la pareja de cromosomas homólogos, por lo
que en los organismos diploides cada carácter está regido por una par de
alelos.
Posteriormente, Morgan razonó que los cromosomas son ensamblajes de
genes, puesto que caracteres que se encuentran en un cromosoma determinado
tienden a segregar juntos. Sin embargo, Morgan observó que esos caracteres
"ligados" en ocasiones se separan.
A partir de aquí, Morgan dedujo el concepto de recombinación de cromosomas y postuló:
e) Dos cromosomas apareados pueden intercambiar información.
f) La frecuencia de recombinación depende de la distancia entre ambos. Cuanto más cerca estén dos genes en un cromosoma, mayor será la probabilidad de que se hereden juntos, y cuanto mayor sea la distancia entre ellos, mayor será la probabilidad de que se separen debido al proceso de entrecruzamiento (crossing-over).
Morgan sugirió que la intensidad del ligamiento entre
dos genes depende de la distancia entre ellos en un cromosoma. Basándose en
esas observaciones, un estudiante del grupo de Morgan, Alfred Henry Sturtevant,
llegó a la conclusión de que las variaciones en la intensidad de ligamiento
podían utilizarse para mapear los genes en los cromosomas, definiendo la
distancia relativa unos de otros: un año después de que Morgan hubiera
identificado la mosca de ojos blancos, Sturtevant estableció el mapa genético
para los genes ligados al sexo. Hoy en día, el Morgan es la unidad de medida de
las distancias a lo largo de los cromosomas en la mosca, el ratón y en humanos.